AMNISTÍA, HORAS CLAVES PARA CHILE
29 Octubre 2006 Por Patricia Verdugo La esperanza disfraza la verdad. Y de esperanza en esperanza nos podemos pasar la vida haciéndonos los tontos. Está bien ser optimista –asunto genético por lo demás- pero “abrigarse” con falsas esperanzas resulta finalmente desalentador. Pusimos la esperanza en una pequeña frase del programa de la Concertación que, en 1989, aseguraba que de salir elegido Patricio Aylwin se derogaba o anulaba la amnistía. Ni siquiera reparamos en que esa duda –derogar o anular- encerraba la mentira. Porque lo cierto es que los políticos que negociaron la transición con la dictadura tuvieron más que claro que era una promesa para ser incumplida. Que la “justicia en la medida de lo posible” –frase de Aylwin- no incluía siquiera discutir el decreto-ley de amnistía dictado por Pinochet para encubrir sus crímenes. Nos dijeron los parlamentarios de la Concertación –durante los gobiernos de Aylwin y de Frei- que no presentaban un proyecto de ley porque iban perdidos. No ten