Detenido confeso autor del crimen de Victor Jara


La Nación Chile.
Cuanto dolor acumula esta noticia, no es fácil digerir las emociones que engendran. Fuimos y somos prisioneros de ese tiempo, pero no solo nosotros fuimos los atormentados. Pero lo peor de todo, es darnos cuenta como esto nos ha trocado la existencia. ¿Cómo hicieron anidar el resentimiento en nuestra patria, en nuestros corazones? ¿Y como lo copiamos en nuestras vidas? ¿Cómo romper con esta cadena y no morir en el intento? Sin que nos mal interpreten o castiguen. Es hora de correr algunos riesgos.
Muchachos de 18 años en ese aciago año 1973, fueron los autores materiales; que terrible para Víctor, familias, amigos, Chile todo, incluyendo, de seguro, a estos dos conscriptos. Puedo, sin temor a equivocarme, que puedo nombrar con sus respectivos apellidos, a decenas, que estuvieron implicado en estas canalladas, por miedo o convicción o/y doctrina.

Ellos mejor que nadie, saben que para defender sus intereses privados, necesitan del pueblo llano.
Gente que era buena y salieron a cazar marxistas. Amigos excelentes, alumnos inteligentes y lindo/as, parientes queridos, compañeros de trabajo, vecinos de siempre, etc., envenenados por control remoto. Se creían los eslogan de Kissinger y la ITT. Yankilandia y su CocaCola movía sus hilos. Mujeres que amé, se montaron en el carro de la sedición y me vieron con animadversión. Y una vez desatada la fiera, vino la masacre premeditada y preparada por científicos de la muerte, seleccionando a los que eran "IRRECUPERABLES" de los que había que DOMAR, en la nueva cruzada del nuevo reino económico mundial. Y así cayeron los mejores, el resto de asesinos, prevaricadores, verdugos, traidores, soplones, testaferros, quebrados, colaboradores y un largo excederá que excede lo más terrible que podamos imaginar del ser humano (y por supuesto incluyendo a la clase político militar que hasta hoy nos rigen) eran los daños colaterales para imponer el sistema, fueron los instrumentos de la tortura popular del gobierno para dominar. Esto no esta en la historia oficial, es lo que no nos permiten saber, como se producen y reproducen las cadenas que en su día nos juramos cortar.

Es de lo que el sistema no quiere hablar. Y que nosotros, con nuestros subjetivismos, reproducimos los fracasados y los intentos de doblegar el destino designado por los de siempre y sin darnos cuenta, hemos seguimos los caminos hilvanados por ellos, el que nos marcan las emociones. Al igual que ayer, nos conducen los científicos de la manipulación. Ósea, que ellos pilotan nuestros pasos y el de sus marionetas según sus conveniencias, demandando nuestros sentimientos, reabriendo permanente y a voluntad las heridas. Tantos hombres, tantos jóvenes, tantos niños, tantas mujeres, tantas vidas perdidas para perpetuar las injusticias y ahora lo cambian todo para que todo siga igual, ellos nos manipulan, alimentan, se adueñan de nuestros dolores hasta dejarnos ciegos para encontrar una salida. Debemos hacer un esfuerzo, que nos permita retomar el camino de nuestros mejores sentimientos, sin renunciar a saber de lo que pasó y hoy pasa. Librémonos de esta ecuanimidad menguada y pidamos la justicia con mayúscula. Verdad transparente y permanente.
De nada nos sirven estos dos(en su día) muchachos condenados, presos. Ni en lo personal, ni en lo colectivo. Si lo hicieron por miedo o por creer en la patria del imperialismo de Pinochet y sus ayudantes, en términos prácticos da igual, son un par más, que con motivos patrióticos o no, fueron herramientas de los verdaderos enemigos de Chile. Mucho más me interesa que se sepa la verdad de este asesinato, pero sobre todo los verdaderos autores intelectuales de los hechos, no solos los uniformados, muy en especial los civiles y las instituciones que los cobijaron. El Mercurio por ejemplo. Si son tan patriotas, que defiendan ahora sus crímenes y atrocidades, cuando ya se sabe las causas, los verdaderos beneficiarios e instigadores, el imperio. Si no se atreben, que se arrodillen y pidan perdón como corresponde, no a nosotros, si no a ellos mismos, a sus seres queridos. Quiero ver de jueces a sus familias y amigos con valores humanos, concientes y adecuadamente informados. Si son capaz de mirarlos después como víctima o como héroes ya me es igual. Trasmitirles su orgullo o vergüenza, su gratitud o misericordia, será cuestión de todos y cada uno.
Pero no solo esta listas de infamantes, para unos, fueron los únicos responsables. Todos jugamos un papel, los que estuvimos dispuesto, los que se la jugaron, mirando la realidad con soberbia y sin estar preparados y los que dejaron hacer, todos hicimos el Chile de hoy. No seremos libres mientras se imponga el silencio como plan y estrategia. El dolor se debe mezclar con la gloria, pero con verdad de la buena. Tenemos que crear un modelo de transparencia actual, pasada y futura, que nos permita descubrir los nuevos caminos a seguir, un elemento esencial de una DEMOCRACIA de verdad. Si no podemos cambiar estos desequilibrios de conflicto de intereses no cambiaremos nada. Y estos solo se garantizan por el control real de los pueblos y la transparencia, ambas insolvencias actuales hay que ponerlos sobre la mesa, en la mesa de todos. Una crisis de valores se combate con valores. Y hoy por hoy la opacidad es la norma, la economía controla los medios como ayer. La ley deber regular y garantizar la verdad y la transparencia, de hoy, ayer y mañana, personal y fusionadamente. Justo lo contrarios de lo que hizo Lagos.
En Polonia, un gobierno de derecha, arreglo una ley, donde se declaraba delito, no la participación de un hecho que en su día era un acto patriótico, si no, la ocultación de la verdad de este hecho. Esto permitió, salir del atolladero entre héroes y villanos, que había creado el nuevo gobierno, con nuevas valías. Todo aquel que tiene información sensible o secreta, se transforma en un delincuente de no ponerla a disposición de las autoridades competente, quedando en lo personal liberado de culpa y condena. La sociedad en su conjunto será la encargada de colocar a cada uno en su sitio.
Curiosamente, creo que estas son las bases sociales del hombre nuevo que soñamos, de la verdadera libertad, del progreso común, inclusive con aquellos. Lo que nos produce odio a mas de tres décadas de este drama, no es solo la impunidad y la injusticia, es esa verdad a media y esa injusticia dentro de la injusticia que nos quieren regalar los poderes fácticos y sus lacayos como una dadiva, quitémosle este derecho de manejarnos. Reconozcamos a los "compañeros" como parte de estos últimos, pero exijámosle coherencia para con ellos y la derecha que ellos dicen no pertenecer. Trabajemos para que podamos imponer esta idea, sin descalificar de antemano ¿Veremos que sorpresa nos dan nuestras figuras y los despreciables? ¿Inocencia o Utopía?
Es la hora de soñar y amar, no nos neguemos ha este derecho. Son herramientas que ya conocimos y nos hicieron fuertes. Víctor las canto como nadie, "no quiero una patria dividida", para nombrar uno de los infinitos hechos, palabras y música que nos regalo. Como un reto personal, quiero perdonar, pero antes quiero saber a quien perdono y porque absuelvo, y no es menos importante es saber para que indultar, quien gana y quien pierde. El como, si se imponen los derechos humanos, no parece una medida difícil de realizar. Y si puedo recuperar para mi causa a los caídos o perdidos por la sobre vivencia, o al menos a los hijos y nietos de todos ellos, bien venidos sean en mi barca.
Es tiempo de crisis, es tiempo de crear, de soñar, de buscar caminos individuales y colectivos. Es tiempo de amar, de renovadas utopías, valores trascendentes, de reencuentro con ideas y torbellinos. La realidad esta fértil. Hay que sembrar a Victor en las calles. Las grandes alamedas deben parir al hombre libre contento de vivir sus días, sin temor al oscurantismo de todo un sistema. Talvez, otra vez y otra vez nos harán picadillos las cultivos; pero en una de esas ganamos la partida y frenamos la auto destrucción de la especie y algo más. Debemos vivir los sueños, hoy, mañana será muy tarde. Curemos nos de esta gran herida, sin provocar a nadie, alcemos nuestros cantos y quimeras. Esta es la mía.
Víctor Jara, presente, ayer, ahora y siempre.
Permitida su reproducción.
Yako001@hotmail.com
Heraclio Sarmiento Sabater.

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